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Este vino es la declaración de principios de Héctor Durigutti sobre el Valle de Uco. Proviene de Paraje Altamira, la zona de moda por sus suelos de piedra y calcio, y busca expresar ese paisaje sin filtros ni maquillajes.
Es un Malbec eléctrico, lleno de flores violetas y con esa textura rugosa en el paladar que los expertos llaman “tiza”. Un vino vibrante y moderno, ideal para quienes prefieren la frescura por sobre la madurez.
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HD Malbec Altamira | Mineralidad desnuda
La línea HD es el proyecto más personal de Héctor Durigutti, donde se separa de la tradición familiar de Luján de Cuyo para explorar la energía de la montaña en el Valle de Uco. Para su HD Malbec Altamira de entrada, eligió uvas de Paraje Altamira (San Carlos), un terroir a 1.100 metros de altura famoso por sus grandes piedras aluvionales cubiertas de carbonato de calcio. Este suelo es el responsable de la “columna vertebral” del vino: le da tensión, agarre y longevidad.
La elaboración es un ejercicio de respeto: se utilizan huevos de cemento y piletas de hormigón para la fermentación con levaduras nativas. El objetivo es evitar que la madera tape la nota floral y mineral que define a Altamira. Es un vino desnudo, “crudo” en el mejor sentido, que muestra la fruta tal cual salió del viñedo, vibrante y crujiente.
En la copa, se presenta con un color violeta intenso y brillante. La nariz es inconfundible: mucha violeta, hierbas de campo (tomillo) y fruta roja fresca (ciruela, cereza). En boca es donde Altamira dice presente: tiene una entrada ágil pero con una textura mineral granulosa, acidez refrescante y un final largo que limpia la boca. Es la definición de un Malbec de sed con carácter.
Mollejas crocantes, entraña a la plancha o pastas con salsas livianas de tomate y albahaca.
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