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Guardianes del Cerro es la interpretación del aperitivo argentino según la familia Durigutti. Un Vermut Bianco de alta gama elaborado con base de vino Pedro Giménez de calidad y macerado con hierbas recolectadas en el propio cerro de la bodega.
Es fresco, cítrico y profundamente herbal. Lejos de los vermuts industriales y caramelizados, este es un producto artesanal donde se siente el vino y el monte mendocino. Ideal para armar un “sodeado” de lujo o tomar con hielo y una rodaja de pomelo.
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Guardianes del Cerro Vermut Pedro Jimenez | El sabor del monte
Este vermut nace como un tributo a la flora nativa que rodea los viñedos de Finca Victoria en Las Compuertas. Los hermanos Durigutti decidieron crear un aperitivo que no solo sirviera para abrir el apetito, sino que contara la historia botánica de su entorno. El nombre “Guardianes del Cerro” alude a los cerros que protegen la finca y a las hierbas salvajes que crecen en sus laderas, las cuales son el alma de esta receta secreta.
La base no es un vino neutro cualquiera, sino un Pedro Giménez de parrales antiguos, vinificado con el mismo cuidado que un blanco de etiqueta. Este vino base se encabeza con alcohol vínico y se macera con una selección de más de 10 botánicos, donde destacan la jarilla (el emblema de Mendoza), el tomillo, el ajenjo y cáscaras de cítricos. El proceso es lento y natural, buscando integrar el amargor de las hierbas con la dulzura natural del mosto concentrado de uva que se usa para el dosaje final.
En la copa, se presenta con un color amarillo dorado brillante. La nariz es un paseo por la precordillera: aromas a jarilla, manzanilla, piel de limón y flores blancas. En boca tiene una entrada amable y envolvente, con un dulzor equilibrado que rápidamente da paso a un final fresco y levemente amargo, típico de un buen vermut. Es complejo, largo y muy refrescante.
Ideal para la “hora del vermut”: acompañalo con aceitunas, papas fritas, quesos duros o una rodaja de pomelo rosado y soda en un vaso largo con mucho hielo.
